En la digestión normal, los alimentos y los líquidos pasan del estómago al intestino delgado, donde se absorben los nutrientes y se eliminan los desechos. Tu sistema digestivo necesita vitamina C para completar este proceso.
La vitamina C es una vitamina soluble en agua que se disuelve en la sangre y abandona el cuerpo a través de la orina. También actúa como antioxidante, ayudando a bloquear parte del daño causado por los radicales libres.
Efectos secundarios
La cantidad diaria recomendada de vitamina C es de 75 a 90 miligramos, que se puede lograr fácilmente comiendo una dieta rica en frutas y verduras como cítricos, brócoli, fresas y pimientos. Sin embargo, muchas personas toman altas dosis de vitamina C en forma de suplemento, con la esperanza de mejorar su salud general o reforzar su sistema inmunológico durante la enfermedad. En algunos casos, este aumento de la ingesta de vitamina C puede provocar efectos secundarios como diarrea.
Cuando la vitamina C se toma por vía oral, ingresa a los intestinos, donde se convierte en una forma soluble en agua llamada ácido deshidroascórbico. Esta vitamina es luego absorbida por las células, donde se reduce a ácido ascórbico. A diferencia de otras vitaminas, nuestro cuerpo no almacena vitamina C, lo que significa que cualquier cantidad excesiva se elimina del cuerpo a través de la orina. Debido a que el cuerpo no retiene la vitamina C, es importante consumirla regularmente para evitar una deficiencia.
La vitamina C intravenosa ingresa al torrente sanguíneo directamente, sin pasar por el estómago y los intestinos, lo que puede minimizar el riesgo de reacciones adversas. Cada persona tiene una tolerancia y sensibilidad únicas a las sustancias, por lo que es importante comunicar cualquier problema digestivo preexistente a un profesional de la salud antes de recibir un tratamiento intravenoso.
Aunque
lavitamina C es generalmente segura en dosis altas, aún puede causar diarrea cuando excede los niveles de tolerancia intestinal. La afección suele desaparecer en uno o dos días una vez que se deja de tomar cantidades excesivas del suplemento.
Dado que la vitamina C es soluble en agua, no se almacena en el cuerpo y cualquier exceso se excreta a través de la orina. Puede obtener suficiente nutriente en su dieta comiendo cinco porciones variadas de frutas y verduras por día. La vitamina C también mejora la absorción de hierro no hemo (de alimentos vegetales) en el tracto digestivo y ayuda al cuerpo a absorber el cobre de los alimentos o suplementos (1).
Los antioxidantes son como superhéroes invisibles en su cuerpo, protegiéndolo contra los radicales libres que pueden dañar las células, promover el envejecimiento y contribuir a afecciones de salud crónicas como el cáncer, las enfermedades cardíacas y la artritis. La vitamina C es uno de los antioxidantes más potentes disponibles y se ha demostrado que reduce el estrés oxidativo en el colon y mejora la salud de la mucosa.
Si quieres añadir más vitamina C a tu dieta, asegúrate de elegir un suplemento natural o sintético sin azúcares añadidos. Además, busque polvo de ascorbato tamponado o tabletas efervescentes, que pueden ser más fáciles para el estómago si es propenso a los gases y la hinchazón.
Como
un poderoso antioxidante, la vitamina C ayuda a proteger las células del daño. También desempeña un papel en la construcción y el fortalecimiento de los tejidos, la cicatrización de heridas y el apoyo al sistema inmunológico. El dietista registrado Devon Peart dice que la mayoría de las personas obtienen suficiente vitamina C a través de su dieta, pero aquellos que comen pocas o ninguna fruta y verdura fresca pueden tener una deficiencia de vitamina C. Obtener muy poco de este nutriente esencial puede provocar escorbuto, que es más común entre los adultos desnutridos. La vitamina C tiene baja toxicidad, y es poco probable que las altas ingestas de suplementos causen problemas porque el cuerpo no almacena esta vitamina soluble en agua. Sin embargo, demasiada vitamina C puede provocar diarrea y malestar gastrointestinal debido al efecto osmótico del suplemento no absorbido en el tracto digestivo.
Los alimentos que son fuentes ricas en vitamina C incluyen naranjas, pimientos rojos y verdes, melón, albaricoques, papaya, fresas y verduras de hoja crudas como hojas de nabo y espinacas. Puede encontrar suplementos de vitamina C en tabletas, cápsulas y masticables o en forma cristalina o efervescente en polvo. También está disponible en una forma esterificada que puede ser más fácil para el estómago que el ácido ascórbico. Pregúntale a tu médico acerca de agregar este nutriente a tu dieta, o habla con un dietista que pueda ayudarte a determinar la mejor dosis de suplementos para tus necesidades.