vitamina D es una vitamina liposoluble que promueve la salud ósea. También es importante para la absorción normal del calcio. La deficiencia de vitamina D puede causar raquitismo en los niños y osteomalacia en los adultos.
La vitamina D se sintetiza en la piel y se obtiene de algunos alimentos, como los pescados grasos (como la trucha, el salmón, el atún y la caballa) y el hígado de vacuno, y las yemas de huevo.
La vitamina D
ayuda a regular la cantidad de calcio y fosfato en la sangre, que son necesarios para tener huesos fuertes. También ayuda a controlar la inflamación y tiene funciones en la salud del cerebro y la función inmunológica. La mayoría de las personas obtienen vitamina D de fuentes dietéticas o de la exposición al sol. Pero muchas personas tienen dificultades para obtener lo suficiente, especialmente aquellas que viven muy al norte de la línea de latitud de 37 grados y pasan la mayor parte o todo su tiempo en interiores (como los adultos mayores).
Las personas con ciertas afecciones, como la enfermedad de Crohn o la enfermedad celíaca, que impiden que los intestinos absorban adecuadamente las vitaminas, también tienen un mayor riesgo de deficiencia de vitamina D. También lo son las personas con exposición limitada al sol y las que toman medicamentos antiinflamatorios que interfieren con la absorción de vitamina D.
Las pautas gubernamentales y profesionales para la ingesta recomendada de vitamina D varían. La Sociedad de Endocrinología recomienda la suplementación rutinaria con D3, una forma de la vitamina que el cuerpo absorbe fácilmente, para todos los niños y adolescentes, las mujeres embarazadas y las personas con alto riesgo de ingesta insuficiente de D.
Como
parte de su papel en la absorción de calcio, la vitamina D promueve la salud ósea. Ayuda a prevenir el raquitismo en los niños y la osteomalacia (huesos blandos) en adolescentes y adultos. También ayuda a prevenir fracturas al aumentar la resistencia de los huesos.
Apoya el sistema inmunológico al ayudar a combatir infecciones y enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, la diabetes tipo 1 y la enfermedad inflamatoria intestinal. Los estudios han encontrado que la vitamina D puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer, enfermedades cardíacas e hipertensión y apoyar la salud del cerebro.
En un ensayo clínico grande en el que participaron 25 871 hombres y mujeres de 50 años de edad y sin cánceres previos, que se asignaron al azar a tomar 2 000 UI/día de vitamina D o placebo durante cinco años, se encontró que la vitamina D suplementaria no redujo la tasa de fracturas totales, de cadera o no vertebrales en comparación con el placebo. Este hallazgo es consistente con otros ensayos que involucran vitamina D y fracturas y con los hallazgos de muchas revisiones y metanálisis previos.