Las deficiencias de vitaminas interrumpen el crecimiento saludable del cabello y causan el desarrollo de folículos pilosos poco saludables. Abordar una deficiencia a través de la dieta y los suplementos puede mejorar la salud en general.

Sin embargo, consumir demasiadas vitaminas y minerales puede ser perjudicial. Las cantidades excesivas de vitamina E pueden agotar el zinc, mientras que el exceso de hierro puede interferir con la función tiroidea.

Las

vitaminas facilitan procesos como la síntesis de proteínas, el metabolismo celular y el crecimiento del cabello. También ayudan a proteger las células del folículo piloso del estrés oxidativo dañino y promueven la salud del cuero cabelludo y la piel. Las deficiencias vitamínicas interfieren con estos procesos vitales, lo que provoca diversos síntomas como la caída del cabello, problemas de la piel e incluso afecciones autoinmunes que causan calvicie.

El ácido fólico, o vitamina B9, desempeña un papel crucial en la rápida división celular que produce el cabello y otros tejidos corporales. Los niveles inadecuados de esta vitamina conducen al adelgazamiento del cabello, al aumento de la caída diaria y al retraso del rebrote después de los episodios de muda. La deficiencia de ácido fólico se puede diagnosticar a través de un análisis de sangre para determinar los niveles de ácido fólico.

La vitamina A, o retinol, es esencial para la salud del cabello y la piel. Los niveles bajos de esta vitamina provocan sequedad, picazón y descamación del cuero cabelludo, adelgazamiento del cabello y rebrote lento después de los episodios de muda. La deficiencia de vitamina A es comúnmente causada por el consumo de demasiados suplementos dietéticos y se puede corregir con un simple análisis de sangre.

La vitamina C, o ácido ascórbico, es una vitamina soluble en agua que tiene propiedades antioxidantes, previene la oxidación del colesterol LDL y ayuda a la absorción del hierro al quelarlo y reducirlo. También es un actor clave en la síntesis de fibras de colágeno y un antihistamínico natural. Es posible obtener suficiente vitamina C a través de una dieta bien equilibrada que incluya cítricos, verduras verdes y patatas.

La

salud del cabello es un buen indicador de tu bienestar general y, si no obtienes las vitaminas y los nutrientes que necesitas, es probable que se note en tus mechones. Una dieta saludable que incluya carne, lácteos, cereales integrales, frutas, verduras y ácidos grasos esenciales es lo mejor para prevenir la falta de salud del cabello y el cuero cabelludo. Sin embargo, si no puede obtener los nutrientes que necesita a través de su dieta, existen suplementos diseñados específicamente para un cabello y cuero cabelludo saludables que pueden ayudar. Algunos ejemplos de estos suplementos son la vitamina B6, la vitamina B12, el ácido fólico y la biotina. Los alimentos ricos en estos incluyen plátanos, batatas, pollo, leche y huevos.

La

buena noticia es que las deficiencias vitamínicas a menudo causan adelgazamiento o caída del cabello, y se pueden tratar con un cambio en la dieta y los suplementos. Sin embargo, si ya está experimentando una deficiencia vitamínica más grave, es importante hablar con un médico antes de comenzar un nuevo régimen de suplementos.

Una dieta deficiente puede conducir a una deficiencia de vitaminas, pero también lo pueden hacer ciertas condiciones médicas y medicamentos que interfieren con la absorción de nutrientes. También debe estar atento a cualquier síntoma general que pueda indicar un problema mayor, como fatiga extrema, pérdida de peso inexplicable, cambios en el cabello, debilidad muscular, manchas en la piel, úlceras bucales, problemas gastrointestinales y cambios de humor.

La vitamina B12 es vital para la síntesis de ADN y la producción de glóbulos rojos, los cuales apoyan la salud de los folículos pilosos. El zinc es otro nutriente crucial para la salud de los folículos pilosos y ayuda a regular la producción de proteínas y la regulación hormonal dentro de los folículos. La deficiencia de zinc puede provocar un adelgazamiento del cabello y un aumento de la caída del cabello, lo que se conoce como efluvio telógeno. Afortunadamente, esta deficiencia se puede tratar comiendo alimentos ricos en zinc, tomando suplementos bajo la supervisión de un médico y haciéndose análisis de sangre para confirmar una deficiencia.